martes, 19 de mayo de 2009

LA LUNA Y LA NOCHE


El plenilunio o luna llena es una fase lunar que sucede cuando nuestro planeta se encuentra situado exactamente entre el Sol y la Luna. En este momento el ángulo de elongación o de fase de nuestro satélite es de 0º y la iluminación es del 100,00%.
El hemisferio visible de la Luna alcanza su mayor iluminación, no siendo posible distinguir con detalle los accidentes de su superficie debido a la ausencia de sombras, aunque es el momento ideal para la observación de los rayos de algún cráter radiado. Esta fase sucede a los 14 días aproximadamente del novilunio. En este momento la Luna alcanza una magnitud aparente de -12,55.
Dependiendo de la época del año, el orto del satélite suele suceder entre las 17:00 y las 19:50 horas y el ocaso sobre las 04:30 y las 07:50 horas. En esta fase se pueden producir eclipses de Luna, la luna refleja la luz del sol a la Tierra con la totalidad de su cara visible por lo que se puede observar completamente circular y con una gran luminosidad. Ocurre cada 28 días cuando se completa el ciclo lunar.A pesar de que la Luna completa su órbita alrededor de la Tierra en sólo 27,322 días (el mes sideral), como consecuencia del movimiento orbital de la Tierra alrededor del Sol, ésta necesita cerca de dos días más que la Tierra, la Luna, y el Sol adquieren la misma geometría relativa. En termino medio el número de días entre dos fases lunares similares (e.j., entre una Luna Llena y la siguiente) es sobre 29.531 días. Este periodo se denomina lunación, mes lunar, o mes sinódico. El número actual de días en un mes lunar puede variar entre 29,272 y 29,833 porque la velocidad de la Luna y La Tierra no son constantes en sus órbitas elípticas, y porque interactúan gravitatoriamente con otros cuerpos del sistema solar.[1] [2]
El mes de febrero tiene tan sólo 28 días (o 29 en un año bisiesto), han sido muy pocas ocasiones en las que este mes no ha tenido Luna Llena. En especial, no ha habido luna llena en Febrero de 1866, 1885, 1915, 1934, 1961 o 1999.[3] Tampoco habrá Luna Llena en Febrero de 2018.[4] En estos años, hubo indistintamente dos lunas llenas en febrero, marzo, o incluso en ambos (como en 1999). En el año bisiesto de 1972, hubo Luna Llena el 29 de febrero. El anterior 29 de febrero la Luna Llena ocurrió en 1820 y después que en 1752.
Una Luna Llena suele tener la duración de una noche entera. Esto es un tanto engañoso, ya que la Luna vista desde la Tierra se encuentra cada vez más grande o más pequeña. Su tamaño máximo sucede en el momento en que la expansión se detiene, y cuando la gráfica, su inclinación de la tangente es cero. En cualquier lugar, sobre la mitad de este máximo absoluto, la luna llena será potencialmente visible, como la otra mitad durante el día, cuando la luna llena esté detrás del horizonte. Muchos almanaques no solo listan la luna llena por fecha, sino por su tiempo exacto (normalmente en GMT). Los típicos calendarios mensuales que incluyen las fases de la Luna pueden ser datos diferentes por la zona horaria.

martes, 12 de mayo de 2009

Gripe A (porcina)


La gripe porcina (también conocida como influenza porcina o gripe del cerdo)[1] [2] es una enfermedad infecciosa causada por cualquier virus perteneciente a la familia Orthomyxoviridae, que es endémica en poblaciones porcinas. Estas cepas virales, conocidas como virus de la influenza porcina o SIV (por las siglas en inglés de «Swine Influenza Viruses») han sido clasificadas en Influenzavirus C o en alguno de los subtipos del género Influenzavirus A (siendo las cepas más conocidas H1N1, H3N2, H3N3 —aislada en Québec— y H1N2 —aislada en Japón y Europa).[1] [3] [4] [5] [6]
Aunque la gripe porcina no afecta con regularidad a la población humana, existen casos esporádicos de infecciones en personas. Generalmente, estos casos se presentan en quienes trabajan con aves de corral y con cerdos, especialmente los sujetos que se hallan expuestos intensamente a este tipo de animales, y tienen mayor riesgo de infección en caso de que éstos porten alguna cepa viral que también sea capaz de infectar a los humanos.[7] Esto es debido a que los SIV pueden mutar y adicionalmente, mediante un proceso denominado reclasificación, adquirir características que permiten su transmisión entre personas.[8] Además, tienen la capacidad de modificar su estructura para impedir que las defensas de un organismo tengan siempre la misma eficacia, ocasionando que los virus ataquen de nuevo con un mayor efecto nocivo para la salud.[9]
Es importante destacar que el brote de gripe H1N1 de 2009 en seres humanos y que se conoce popularmente como gripe porcina o influenza porcina, aparentemente no es provocado realmente por un virus de gripe porcina. Su causa es una nueva cepa de virus de gripe A H1N1 que contiene material genético combinado de una cepa de virus de gripe humana, una cepa de virus de gripe aviaria, y dos cepas separadas de virus de gripe porcina.[2] Los orígenes de esta nueva cepa son desconocidos y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) informa que esta cepa no ha sido aislada directamente de cerdos.[10] Se transmite con mucha facilidad entre seres humanos, debido a una habilidad atribuida a una mutación aún por identificar,[11] y lo hace a través de la saliva, por vía aérea, por el contacto estrecho entre mucosas o mediante la transmisión mano-boca debido a manos contaminadas.[9] Esta cepa causa, en la mayoría de los casos, sólo síntomas leves, y las personas infectadas se recuperan satisfactoriamente sin necesidad de atención médica o el uso de medicamentos antivirales.[12]

ESCRITURA CUNEIFORME


La escritura cuneiforme está aceptada comúnmente como la forma más temprana conocida de expresión escrita de la que se han encontrado restos arqueológicos (el equipo de Günther Dreyer, del Instituto de Arqueología Alemán halló en 1997, en Umm el-Qaab, Abidos, un conjunto de 300 vasijas y tablillas de arcilla datadas mediante carbono-14 de 3300 a 3200 a. C. Posiblemente, los más antiguos documentos de escritura conocidos). Creada por los sumerios a finales del cuarto milenio a. C. Esta escritura surgió como un sistema de pictogramas. Con el tiempo, las representaciones pictóricas se simplificaron y se hicieron más abstractas, dando lugar a lo que se conoce como escritura cuneiforme.
El alfabeto sumerio fue adaptado para la escritura de las lenguas acadia, elamita, hitita y luvita e inspiró a los alfabetos del antiguo persa y el ugarítico.Los primeros pictogramas fueron grabados sobre tablillas de arcilla en columnas verticales, con un punzón o estilo afilado, fabricado a partir de un cáñamo. Después dos desarrollos hicieron el proceso más rápido y fácil: la gente comenzó a escribir de izquierda a derecha en filas horizontales (rotando en sentido levógiro 90º a todos los pictogramas en el proceso) y un nuevo estilo de punta de cuña que fue usado introduciéndolo en la arcilla, dando lugar a caracteres en forma de cuña (cuneiformes). Mediante el ajuste de la posición relativa de la tabla frente al estilo, el escriba podía usar una única herramienta para una amplia variedad de signos.
Estas tablas podían ser cocidas en kilns para dar lugar a un registro permanente, o podían ser recicladas si no era necesario que perduraran. Muchas de las tablas encontradas por los arqueólogos se conservan porque fueron cocidas accidentalmente en el momento en que ejércitos atacantes prendían fuego al edificio en el que se guardaban.
Creado por los sumerios para registrar la lengua sumeria, la escritura cuneiforme fue posteriormente adoptada por los acadios, babilonios, elamitas, hititas y asirios para escribir sus propias lenguas. Fue ampliamente usado en Mesopotamia durante 3000 años, pese a que la naturaleza silábica del alfabeto, al ser refinado por los sumerios, resultaba poco intuitiva a los hablantes de lenguas semíticas. Este hecho, antes de que la civilización Sumeria fuera redescubierta, llevo a muchos filólogos a sospechar de una civilización que precediera a Babilonia.
La mayoría de las adaptaciones posteriores de la escritura cuneiforme preservaron al menos ciertos aspectos del alfabeto sumerio. El acadio escrito incluía tanto símbolos fonéticos del silabario sumerio, como logogramas que eran leídos como palabras completas. Muchos signos en el alfabeto eran polivalentes, teniendo un significado a la vez fonético y logográfico. Cuando el alfabeto cuneiforme se adaptó para escribir la lengua hitita, una nueva capa de pronunciaciones logográficas acadias fue añadida al alfabeto, con el resultado de que ya no se conoce la pronunciación de muchas palabras hititas convencionalmente escritas con logogramas. La complejidad del sistema tiene cierta semejanza con el japonés clásico, escrito con un sistema derivado del chino; algunos de estos sinogramas fueron usados como logogramas, otros como caracteres fonéticos. El japonés contemporáneo distingue gráficamente los logogramas (kanji) de los caracteres silábicos (kana) pero aparte de eso es un sistema similar.
Esta complejidad dio lugar a varias versiones simplificadas del sistema de escritura. El persa antiguo era escrito en un subconjunto de caracteres cuneiformes simplificados, que formaban un simple alfabeto semi-silábico, utilizando bastantes menos trazos en forma de cuña que los que usaba el asirio, junto con unos cuantos logogramas para palabras que aparecían con frecuencia como "dios" o "rey". La lengua ugarítica se escribía usando el alfabeto ugarítico, un alfabeto estándar de estilo semítico (un abjad) que se escribía utilizando el método cuneiforme.
El uso del arameo llegó a ser de gran difusión durante el imperio asirio, reemplazando gradualmente al cuneiforme. La última inscripción cuneiforme conocida, un texto astronómico, data del año 75 a. C.